Reconquista tu Santa Fe.

Arranco con esto:

Una vez vino alguien a decirme, con entusiasmo real:

— Alejo, leí tu libro. Me encantó. Quiero que le dediques uno al Papa Francisco.

Hacía unas poquitas semanas que se había hecho el anuncio que lo proclamó. Yo dudé. Pensé: “¿Cómo le va a llegar? Debe recibir miles de cosas por día.”

Pero la persona insistió. Que tenía conexiones en el Vaticano, bla bla bla.

Y aún así, tragándome aquel disgusto (lo abordo en breve), le hice una dedicatoria amorosa porque intuí que sentado en uno de los tronos del mundo, priorizaría elevar a las almas por sobre la rosca política y de cabotaje de un país.

Dos meses después me llegó este mensaje por privado:

“Alejo, el Papa Francisco te bendice y te felicita por tu libro Hágase su voluntad.”

Lo firmaba Monseñor Guillermo Karcher, vocero del Vaticano para Latinoamérica.(Nobleza obliga: aclaro que fue todo un Señor conmigo en cada interacción posterior.)

Pero el recuerdo que yo tenía seguía latiendo:

En 2012 (un año antes de que sea Papa) cuando estaba comprometido y muy involucrado con la causa de un maestro espiritual de la India,

que visitaba Argentina organizando una meditación masiva por la paz,

vi cómo se juntaban 300.000 personas con una sola intención: que haya paz social.

Y escuché a Bergoglio —por entonces cardenal— decir:

“Eventos como ese tienden a mundanizar la espiritualidad y excluyen a los católicos.”

Y ahí se me encendió todo. ¿Qué le pasa a este muchacho?

O tiene la profundidad de un charco y es ignorante,

o, peor aún, es perversamente oscuro. O en ese orden.

Porque si la máxima autoridad de la principal religión, desconoce el impacto que tiene la vibración colectiva de 300.000 almas unidas con una sola intención, es ignorante.

(Y todos sabemos lo que pesa la energía de una sola persona densa que te caga el buen clima de toda una oficina… ahora imaginemos eso pero al revés: 300.000 personas vibrando en amor.)

Y si lo sabe, y aún así le niega a su gente la posibilidad de unirse por la paz, y critica el evento porque viene de un gurú sin dogma político ni bandera religiosa (si acaso no es lo mismo), entonces es peor: también es oscuro.

Oscuro por no priorizar la paz. Por elegir conservar su bla bla bla eclesiástico antes que permitir a sus fieles participar de un acto colectivo de amor.

Como te diré una cosa:

Lo más fácil hubiese sido hace unos días poner una foto de quien fuera mi maestro Sri Sri Ravi Shankar junto al Papa, con una frase del estilo:

“Gracias Francisco por tanto” o una del estilo “Siempre en nuestros corazones.”

Pero me estaría mintiendo a mí mismo. Estaría apagando mi fuego interno y silenciando mi modo de observar respecto a lo que es… y ya no vibra.

A lo que atrasa. A lo que ya no va más.

Y claro está: no estoy escribiendo esto para caerte bien. Ni para gustar ni encajar socialmente con nadie.

Esto lo escribo porque lo establecido (la religión y lo que conocíamos como “espiritualidad”) que nos trajo hasta aquí, lo honro y agradezco, pero ya fue.

Ya es antiguo.

Por la sencilla razón de que no vemos gente iluminada.

Fue útil, nos elevó y expandió. Pero la liberación final… te la debo.

Papa’s and Guru’s time it’s fading. (El tiempo de los papas, gurúes, maestros… se está desvaneciendo.)

Nos estamos moviendo como humanidad hacia una nueva frecuencia.

Y los tronos ya no vibran más.

Se oxidan.

Si hay algo que quedó obsoleto en esta Tierra, ya vibrando en quinta dimensión, son los roles que encandilaban en la tercera:

Papas – Presidentes – Gurúes Espirituales – Ministros – Intelectuales académicos – Premios Nobel – Jueces con toga.

Que bajan el martillo como si fueran impolutos… y están más sucios que una papa. O que un Papa, je.

Yo no puedo arrojar una primera piedra al Papa, a la Iglesia, a los cardenales ni a los curas.

Ojo: ellos tampoco a mí.

Y si hablamos de igualdad…

¿Dónde están las monjas o curas casados, con hijos, que se levantan un domingo, desayunan café con jugo de naranja y olorcito a tostadas… y luego van todos juntos a dar misa como una verdadera familia cristiana?

¿Dónde están las que reclaman igualdad? Todas posteando stories con la foto papal despidiéndose, pero nunca las vi pidiendo por una Mama.

Y no me refiero a una MILF, ni a un seno, ni a una lola. Tampoco a una mamá que haga yoga y se junte a tomar el té para hablar pelotudeces. Me refiero a una que baja línea, bendiga y gobierne desde la cúspide del poder espiritual.

A esas mujeres talentosas y guerreras, la Iglesia no las dejó entrar.

Es más: las prendió fuego.

Porque la ignorancia y oscuridad papal, cardenal, todo el biri biri eclesiástico y toda su parafernalia, las acusó de brujas.

¿Y qué era una bruja? Una mujer que sanaba con las manos. Que paría sin médicos. Que sabía de plantas. Que hablaba con fuerza y no se callaba. Una mujer libre.

No eran brujas.

Eran sabias, parteras, curanderas, líderes, médiums, rebeldes. Eran demasiado libres para un mundo que prefería la obediencia. Y demasiado mujeres para una religión que prefería vírgenes… o cadáveres.

Cuando el conocimiento y la sabiduría se salen del control, la llaman herejía. Y si el poder lo tenía una mujer, la llamaban bruja.

¿Dónde está el pedido para que haya una Mama, Mame al frente? ¿O el feminismo también se arrodilla ante el Vaticano?

Feminismo - Machismo. Izquierda - Derecha. Gobierno - Pueblo. Religión - Ateísmo.

Todos polos obsoletos. Dualidades sin sentido en una 5D donde no tienen lugar ni valor.

En palabras del propio Papa Francisco:

“Sufro cuando veo que en la Iglesia el papel de servicio de la mujer resbala hacia un rol de servidumbre.”

¡¿En serio?! jejeje “Salí de ahí, Maravilla".

¿No será porque nunca hizo nada para que eso cambie?

La máxima figura de una institución patriarcal… dando declaraciones tribuneras mientras el rol protagonista femenino sigue ausente.

Y después… el silencio. Y el encubrimiento. Y el horror.

Moraleja:

El Caso Próvolo: niños sordomudos, inocentes, puros, luminosos, violados sistemáticamente por curas y monjas dentro de una organización que se atrevió a hablar en nombre de Dios. Y se lo atribuyó.

No hace falta que lo googlees.

Y si querés, te puedo nombrar más: el padre Grassi, Mc Carry, Anthony Apuron, Carlos Ximenes Belo (sí, un Nobel de la Paz).

Y los cientos más que hay por el mundo.

Pero con uno solo… ya fue suficiente.

El celibato auténtico es un regalo divino. Es un acontecimiento.

Pero si se impone como regla, no es virtud. Es enfermedad.

Porque el sexo en todo caso, se trasciende, no se reprime.

Y todo lo que se reprime, se pudre.

Jesús fue la encarnación del amor. La máxima expresión del amor.

Y el amor no tiene religión.

No existe el “amor cristiano” o el “amor budista”.

El amor, es amor.

La fe, es fe.

Y ochenta años después de su paso por la Tierra…

Escribieron un libro. Lo llamaron Biblia. Lo adjudicaron a Él.

Armaron una religión. Montaron un negocio.

Vendieron su nombre. Y siguen cobrando peaje para entrar al cielo.

No te la agarres conmigo.

Si esto que estás leyendo te incomoda, el problema no soy yo. El trago amargo, la falta de respeto o ubicación no soy yo escribiendo esto eh. El grito de impotencia antes esos niños que fueron ultrajados biológica y emocionalmente por un sistema oscuro, limitado y vetusto. Por curas en nombre de Dios. De los que manejan la vara de lo moral, de lo correcto. De lo divino.

¿Querés más? ChatGPT ya sabía quién sería el nuevo Papa antes de que asome el humo blanco.

Más que quemar los votos… a la Iglesia se le están quemando los papeles.

No te la agarres conmigo. Agarrátela con el Padre Grassi.

Con el Papa actual. Con los anteriores.

Con los concilios.

Con los cónclaves. Todos 100% masculinos. ¿Dónde está el cupo? Jeje.

Agarrátela con quien quieras: Con Riquelme. Con Gachi y Pachi. Con el Gordo Dan. Con Barreda. Con Traniela.

Pero conmigo, no.

Yo no escribo esto para juzgar tu creencia. Da igual a quién le prendas una vela.

A Messi, a tu abuelo gallego que se vino de niño en un barco, a Federer, a un Papa o a una piedra. Lo que importa es lo que esa Fe produce en vos.

No escribo para que la entregues afuera. Para que la confisques y la deposites en otro.

Lo escribo para que la tomes en tus propias manos.

Para que dejes de esperar que alguien te bendiga.  Escribo para que comiences a recordarte como lo que sos; una extensión de Dios caminando esta Tierra.

No somos parte. Somos Él, en acción.

No más espejismos de poder. No más verticalismos huecos. No más ídolos de yeso.

Eso fue útil en 3D. Pero ya no.

Gobernantes – Gobernados. Maestros – Seguidores. Gurúes – Devotos. Pastores – Ovejas.

Todo eso ya fue.

El mensaje es este:

Bajemos de un plumazo a los Papas, presidentes, gurúes, ministros, jueces, premios Nobel y salvadores.

La cima ya no está en Roma. Ni en la India. Ni en tronos. La cima está adentro. En vos.

Y no puede estar en alguien que hubiese preferido encarnar más como Perón que como Jesús. Ni en alguien que se hizo el boludo con la dictadura de Maduro en Venezuela mientras destruían un país y la dignidiad, libertad y prosperidad de cada hermano venezolano. Sea por ideología (bien que boqueaba el índice de pobreza de Macri, nunca el de la runfla peronista ) miedo, dinero o conveniencia… esa fe no me representa.

Cuando te parás en tu propia cima, cuando dejás de delegar tu luz, cuando recordás que no hay nadie por encima tuyo, ni en el cielo ni en la Tierra… Que quede claro:

Acá no hay nadie por encima de nadie.

Ni siquiera el Papa. Ni los gurúes. Ni los Nobel. Ni los avatares.

Todos niños de universo con defectos. Como vos. Como yo. Todos aprendiendo. Todos hijos del mismo cielo.

Sólo existe un Padre y una Madre;

Padre – Dios Universo.

Madre – Tierra.

La humanidad entera, sus hijos.

Ahí empieza la verdadera religión. La que no necesita templos ni intermediarios. Porque Dios no necesita representantes.

Que tu existencia tenga la claridad como para que no te tragues ningún cuento. Ni siquiera el tuyo.

Que tengas un gran día.

Bohurak.