- Humano Real
- Posts
- Cuando te convertís en eso que buscabas.
Cuando te convertís en eso que buscabas.
Dejas de buscar.
Mira;
Durante muchos años, tuve momentos puntuales de soltar lágrimas de gratitud, dicha, plenitud.
Lágrimas de amor, de devoción, de algo que no podía nombrar.
Me quebraba frente al misterio.
Sentía que algo más grande me tocaba… y no podía hacer otra cosa que llorar.
Y agradecer.
Ojo, cosas simples también eh, no me refiero sólo a Poojas en India, bañarme en el Ganges, algún que otro viajecito de Ayahuasca o el viaje de los viajes, el Bufo Alvarius.
Simples; a mis veinte viendo a mi sobrina Magdalena bailar. No hay grandes destrezas técnicas en la danza que ofrece una dulce niña de dos años, je. Pero era mi primer sobrina y verla bailar y cantar desplegando su gracia y encanto, simplemente me derretía de amor. Ese simple acto, me conmovía hasta las lágrimas (me las secaba sin que nadie me viera, es lo que había).
Hoy, ya no lloro.
Y no porque me haya endurecido.
No porque ya no sienta.
Sino porque me convertí en eso que antes solo podía agradecer.
No lo siento. Lo soy.
---
He viajado por el mundo sólo para ir a ver a un Maestro.
He tomado -y con muletas enyesado en una pierna- trenes, buses y aviones (en ese orden) sólo para ir a su encuentro.
Para estar cerca de alguien que, según yo, tenía la llave.
Hoy, si vuelvo a moverme…
es para encontrarme conmigo.
Ya no voy a ver a nadie allá afuera.
Y si viajo, es sólo para verme a mí.
Una vez que aprendes a verte, no necesitas ir a ver a nadie allá fuera.
---
No fue por una ceremonia.
No fue por un retiro de silencio, de yoga o de plantas sagradas en el bosque.
Tampoco por un método mágico.
Fue porque, en algún momento, dejé de buscar y empecé a habitarme.
Dejé de correr atrás de momentos especiales…
y me volví especial yo.
Dejé de mirar al cielo esperando una señal…
y me convertí en la señal.
Lo que antes me emocionaba, hoy me habita.
Y cuando sos eso, no hay separación.
No hay distancia entre vos y lo divino. No hay intermediarios.
Sos eso.
Sos gratitud.
Sos tu propia cima.
Y desde la cima…
no se llora.
Se contempla siendo.
Si fueras mi cliente te diría esto:
Deja de buscar experiencias que te hagan sentir algo.
Empieza a caminar como quien ya es eso que tanto quieres sentir.
Nada de lo que venga del mundo externo te va a llenar si no estás lleno de vos primero.
Ni una pareja, ni un trabajo soñado, ni un “te admiro”, ni una mirada que apruebe lo que hacés y valide lo que eres.
Ni siquiera el abrazo perfecto de alguien que te ama.
Cuando pones tu paz en manos de otro, pierdes el único lugar donde todo puede sanar y de donde la magia ocurre: dentro tuyo.
Si sentís que es tiempo de dejar de perseguir personas, relaciones y momentos mágicos y empezar a reconocerte como lo más sagrado que tenés,
quizás este sea tu momento para renaSer.
Se, se, lo leíste bien, va con S.
Un proceso uno a uno. Íntimo. Real. Transformador.
No para mejorar tu vida.
Para naser de nuevo dentro de ella.
Conocé renaSer con s acá https://tu-link-aqui.com